6. AMENAZAS
No existe ningún
estudio que precise la incidencia relativa de los factores que amenazan a la
especie; en este sentido se pronunciaba ya Fernández
(1990). Ha sido muy citada la estimación de Blasco
(1978) de más de 2000 camaleones muertos anualmente en la provincia de Cádiz
por presión humana; sin embargo, la ausencia en su trabajo de referencias a
metodología en la que pudiera basar dicha afirmación, datos de apoyo o
referencia y distribución por causas de mortalidad, invalidan en buena parte
esta cifra, que parece tener un carácter muy especulativo.
Sobre estos
factores, ejemplificador es lo expuesto por Rubio
(1994) en la memoria anual del Paraje Natural de las Marismas del Odiel (Málaga): El camaleón en esta zona está siendo objeto de un impacto brutal por
distintos motivos: expolio de ejemplares (por veraneantes especialmente),
carretera costera que cruza el centro de su distribución en este área,
urbanizaciones, etc.
A continuación
se exponen todas las amenazas constatadas o no para el camaleón, entendiendo
como constatada aquella causa de
mortalidad de la cual se tienen datos fiables y, a nuestro entender, constituye
una amenaza para la especie; e incluimos en otras
posibles causas aquellas que, sin tener datos concretos, existen indicios
para que pueda influir negativamente en la especie.
Ocurre que
muchas de ellas fueron señaladas en los primeros trabajos amplios, y
posteriormente se repiten en la mayoría de publicaciones, aunque no se realiza,
por lo general, investigación propia en este sentido, limitándose a citar
siempre las mismas causas, sin apoyarse en datos concretos.
El estudio de
todas las distintas causas de mortalidad no natural para los vertebrados ibéricos
es motivo de un proyecto específico de la SCV; los resultados provisionales del
mismo permiten señalar que algunas amenazas hasta ahora apenas consideradas,
tienen una marcada relevancia. Por el momento se trabaja especialmente en
atropellos en carretera, mortalidad por impacto con trenes, etc. Es de esperar
que según avance el mencionado proyecto se vayan conociendo más todas las
causas, con la aplicación correspondiente a la conservación del camaleón.
6.1. CAUSAS CONSTATADAS
6.1.1. ATROPELLOS EN CARRETERAS
Esta causa de
mortalidad ha sido objeto de un estudio específico y especialmente intenso por
el presente equipo desde hace años, por lo que se detalla en un capítulo
posterior. Su conocimiento en cierta profundidad es relativamente reciente, y
quizá por ello no aparece reflejado en obras de la importancia del Libro
Rojo de los Vertebrados de España (Blasco
y González, 1993), a pesar de ser sin duda, una de las principales amenazas
del camaleón, de la que además se dispone de muchos datos comprobados.
6.1.2. INVESTIGACION CIENTIFICA
La investigación
científica conlleva, generalmente, una mortalidad asociada que suele ser baja
sobre las poblaciones. Esto no indica que, en ciertos casos, los investigadores
directa o indirectamente influyan en su disminución, ya sea de manera
justificada o no. Además, existen excepciones, donde dichas mortalidades se
tornan en numerosas, por el simple hecho de simplificar métodos de estudio
hechos por doctores especialistas que, de no ser así, se tornarían mas
laboriosos y sacrificados. CORBETT, K. (1989), menciona este problema como
importante.
Los datos
disponibles son los siguientes:
Ya Benítez
(1947) reconocía capturar buen número de ejemplares durante varios años, que
remitía a Alemania para canjearlos por otros herpetos. Hay que sumar al hecho
de la extracción de ejemplares de su medio natural, el que parte de los
camaleones que mantenía en cautividad terminaban por morir.
Blasco
(1978) afirma haber empleado 200 ejemplares capturados en Cádiz para
experimentación, deduciéndose que estos mueren, ya que comenta que el resto de
capturas (476) se soltaron marcados. Posteriormente (Blasco,
1985) habla de más de 1500 ejemplares
capturados, de los que el 15% (225) no fueron liberados; en este último
trabajo afirma que son 210 los camaleones sacrificados (70 procedentes de Africa,
72 de Málaga y 68 de Cádiz. No queda, pues, claro finalmente el número real
de camaleones muertos. SILVEMA (1983) afirma que gran parte de unos 300
camaleones cautivos murieron en un recinto de la universidad de Málaga, bajo la
responsabilidad de este mismo investigador.
Hoy día
creemos que no se dedican apenas sacrificios de ejemplares a planes de
investigación; en cualquier caso esta actividad, que cuenta con los permisos
pertinentes de la Administración (que será quien sepa si se siguen realizando
o no) es polémica y desaconsejable.
Otro problema
es, sin que se tenga que sacrificar a los animales, el manejo que de estos se
hace para los estudios científicos (toma de datos biométricos, sexado,
marcajes, captura-recaptura, etc.), ya que se desconoce a ciencia cierta los
efectos que esto genera sobre la especie pudiendo producir lesiones físicas. En
época reproductora se desconocen los cambios comportamentales de la especie que
se pudieran ocasionar debidos a la situación de stress que han sido sometidos,
haciendo por ejemplo que el individuo se desplace del lugar.
Un ejemplo de
esto es el marcaje o anillamiento, llevado a cabo por distintos investigadores
(véase bibliografía). M.
Blasco instaló anillas en las extremidades de camaleones, constatando luego
el efecto negativo de las mismas instaladas en extremidades anteriores, que
califica de desaconsejables (Blasco,
1985). Calificable de brutal es el caso descrito por Miguel A. Alvella, (com. pers.) quien encuentra en la zona de Isla
Cristina numerosos ejemplares con la cola amputada.
El efecto
tremendamente negativo de muchos marcajes se señaló por varios ponentes en las
I Jornadas Biología y Conservación del
Camaleón (1995), aunque referido principalmente al realizado por
aficionados y curiosos. Parece haber existido una total descoordinación a la
hora de realizar marcajes entre los científicos.
6.1.3. DEPREDACION POR ANIMALES DOMESTICOS
Este hecho es
citado en Barbadillo (1987) y Cuadrado
y Rodríguez (1990). En López y López
(1992) se recoge una observación de un perro recogiendo un camaleón recién
atropellado. En base a comentarios de la población, se puso mayor atención
a la predación por gatos, comprobándose este hecho recientemente (García R., com. pers.). Además la SCV posee dos datos sobre
predación de camaleón común por gato doméstico (Felis catus) en la provincia de Málaga (recogidos por SILVEMA 1993
y 1995), así como el ataque sin causar la muerte de un perro (Canis familiaris).
Suponemos que, debido a los hábitos antropófilos de la especie, estos casos
deben ser más generalizados.
En las I
Jornadas Biología y Conservación del Camaleón (1995) se mencionó el
hecho por los participantes.
En las
encuestas realizadas, sin embargo, no aparece reflejada esta causa de
mortalidad, y al preguntar a los encuestados
afirman no saber si los capturan o no (aunque conversaciones en otros años,
con gente de la zona de distribución, sí mencionaban el problema).
6.1.4. CAPTURAS EN CEPOS
Los cepos para
captura de aves insectívoras, conocidos popularmente como costillas
o perchas se han citado por Cuadrado
y Rodríguez (1990) como causa de mortalidad. Se desconoce su incidencia
real.
El uso de estas
trampas está muy extendido en Andalucía (Gutiérrez,
1991), hecho comprobado por miembros de la SCV. Es muy frecuente todavía en
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), y probablemente en muchos otros lugares del área
de distribución del camaleón.
El reclamo
utilizado en las trampas es comúnmente, una hormiga alada (aluas).
Datos del Zoo de Jerez, recogen la entrada en sus dependencias de un ejemplar
con la lengua cortada por una costilla. Además, hay que tener en cuenta el
peligro de paso directo sobre la trampa.
6.1.5. COMERCIO ILEGAL Y CAPTURAS INTENCIONADAS POR EL HOMBRE.
Este es uno de
los principales problemas a que se enfrenta la especie y multitud de autores lo
mencionan en sus trabajos (Cuadrado y Rodríguez,
1990; Fernández, 1986; Rubio, 1994 ).
La captura de
camaleones tiene muchos orígenes: la curiosidad, el proteccionismo mal
entendido, es decir, la opinión de que es necesario trasladarlos a sitios más
adecuados, el comercio, etc.
Desde siempre,
según se recoge en las encuestas, los niños capturan camaleones como objeto de
diversión, pues el comportamiento de esta especie, fácilmente capturable, le
convierte en una presa fácil para los niños. Es por ejemplo, una costumbre muy
extendida hacerles fumar, poniéndoles un cigarro encendido en la boca.
Fernández
(1986) afirma que los niños han causado muchos estragos en sus juegos con
el camaleón, a causa de su exotismo y carácter inofensivo. Este autor señala
también como amenazas la caza y superstición (debida a una supuesta mala
suerte asociada al animal), si bien este último hecho no ha sido comprobado en
el presente trabajo.
A pesar de la
mayor concienciación conservacionista actual de la población hacia los
camaleones, muchos de ellos acaban muriendo a manos de los chavales, o bien se
sueltan finalmente al lado de las casas, en árboles conocidos donde estarán
expuestos a muchos peligros.
Tanto las
encuestas, como comentarios de miembros de
la SCV naturales del área de distribución de la especie corroboran como práctica,
más o menos habitual, la muerte de camaleones por niños en Cádiz, debiendo
ser la situación similar en otros muchos puntos de su área de distribución.
Algunos
encuestados locales, que suelen tener una edad comprendida entre los 25-30 años,
de tesituras más conservacionistas, han reconocido que los camaleones se siguen
matando (en un caso, cita también la caza con perdigones) por niños
actualmente.
Todo esto hace
pensar que la situación no difiere demasiado de la descrita hace años, al
menos en áreas rurales y cierto sector de la población con escasa cultura
conservacionista.
De datos
antiguos y actuales se desprende, lógicamente, que no todos los niños
participan en la mortalidad de camaleones. Hay solo datos de varones, y algunos
acumulan por si solos una mortalidad muy superior a la media.
Por contra,
todos los adultos encuestados dedicados a la agricultura afirman respetar a la
especie, que consideran buenos para la agricultura; buenos, comen bichos; no malos como bichas
(culebras en Cádiz) o largas
(culebras en Málaga). Otras personas más desligadas del campo, no tienen una
opinión formada sobre el carácter (bueno/malo) del animal.
Nos ha parecido
curioso el que exista una convicción generalizada de que los camaleones rehuyen
el color rojo, e incluso en ciertas zonas (Cádiz y Huelva) se dice que mueren o
explotan al ponerlos sobre este color.
Comprobaciones con ejemplares no aportaron datos significativos a este respecto.
Sin embargo,
existe una observación importante por un naturalista de confianza, que vio como
un camaleón cautivo se depositaba sobre coches, y al ponerlo sobre uno rojo el
animal tembló y murió rápidamente (J.
Marchamalo, com. pers.). Probablemente influyó una mala condición física
del camaleón (cautivo en Madrid), pero quizá exista algún fundamento a esta
extendida tradición (stress). Hay quien ha sugerido que de ser cierto podrían
pintarse los arcenes de las carreteras de rojo y así evitar que el camaleón
cruce las carreteras.
Las personas
que habitan en ciudades o grandes poblaciones de la zona y que no suelen ver
camaleones (en este grupo se incluyen turistas procedentes principalmente de
Sevilla, Madrid, y otros muchos lugares) los capturan en la mayoría de casos
cuando los ven, bien llevándolos a la policía, Guardia Civil u otros
organismos, o a su casa en el peor de los casos (Fernández,
1986; Cuadrado y Rodríguez, 1990), esta actitud ha sido comprobada por
el presente equipo, al recibir gran número de cartas de particulares y
organizaciones ecologistas, comentándonos las capturas por parte de los
turistas (Cataluña, Madrid, Murcia) que nos hacen calificar de alarmante este
hecho.
Paradójicamente,
al recoger los camaleones de su sitio de residencia habitual para llevarlo a un
organismo público, los autores de la captura creen actuar correctamente y hacer
un bien a la especie (el Zoo de Jerez contabilizó entre 1988 y 1995, 551
ejemplares recogidos por extracción de su hábitat). Muchos opinan que el sitio
idóneo son los pinares y bosques, y en ocasiones, los de otras localidades
donde saben que hay muchos. A veces, por contra, los llevan a su residencia o
jardín, donde dicen que están más protegidos. Cuadrado
y Rodríguez (1990) definen como masivas
las capturas por la población en general. Según nuestros datos, y los
resultados de las encuestas, los casos son numerosísimos. Hay varios casos
incluso de puestas recogidas en jardines particulares y llevadas a la policía y
grupo ecologista local para que las
proteja; las puestas, evidentemente se perdieron en todos los casos.
Es muy conocida
por la población la captura de camaleones por reclutas en zonas militares, en
la provincia de Cádiz. También a los militares de la Base Naval de Rota se les
ha acusado, a menudo, de este contrabando de camaleones. M.
Cuadrado (com pers.) descarta, en base a sus datos, este hecho en el
observatorio de San Fernando (Cádiz), zona militar igualmente. En este caso,
los responsables militares de la zona mantienen una postura conservacionista
hacia la especie.
SILVEMA afirma
haber recibido denuncias de personas que han visto ejemplares de camaleon en
diferentes comercios para la atracción de clientes. Es el caso de una pescadería
(La Cala del Moral) y una fruteria (El Rincón de la Victoria). En nuestro
trabajo de campo encontramos un bar en Viñuelas donde habían tenido un
ejemplar durante muchos años en semicautividad por el techo del
establecimiento.
Muchos de los
camaleones en posesión de militares son adquiridos en Melilla; y parte de los
camaleones, que estos reclutas traen a la Península luego son vendidos. Esto no
debe considerarse estrictamente comercio, aunque puede haber casos mas
organizados que desconocemos.
Respecto al
comercio actual no se han obtenido datos claros en este trabajo. Algunos
paisanos reaccionaron al interés de los encuestadores por la especie, preguntándoles
si estaban interesados en la compra de ejemplares, en una postura de tanteo
hacia el encuestador.
Si ha quedado
claro, por coincidencia entre varias encuestas de la provincia de Málaga, que
hace años hubo gente de la universidad pagando por los ejemplares que se les
entregasen.
En otras
ocasiones, afirman haber oído que el alcalde de la localidad de Arenas (Málaga)
pagaba por los camaleones (¿1000 pts.?). Sin entrar en juicios, el alcalde de
esta localidad tiene una actitud conservacionista ante la especie (premio
municipal Camaleón de Plata, señales
de tráfico).
En tiempos se
vendían animales en mercados de Sevilla y Chipiona, entre otros, existiendo, al
parecer hasta los años 80 una comercialización organizada (Fernández,
1986). Casos aislados de comercio se siguen produciendo sin duda. Comprobado un
caso de empleado de una tienda de repuestos de Torre del Mar (Málaga) que vendió
recientemente por 2000 pts un ejemplar a un madrileño (otro lo tenía en casa)
y otro caso similar en la misma población donde un abuelo compró a su nieto un
ejemplar como regalo de cumpleaños en el verano de 1994. Se preguntó por la
posibilidad de adquirir camaleones, citando a un hipotético amigo que lo hizo,
en dos tiendas de animales de la costa de Málaga, sin éxito. En el Algarve se
poseen datos de particulares que los vendían al precio de 100 escudos.
Por otro lado
se encuentran las capturas organizadas en Marruecos de cara a conseguir lotes de
ejemplares que se destinan al comercio. Algunos de estos (en ocasiones
centenares) han sido decomisados en la Península.
Sin calificarlo
de capturas organizadas pero no por ello menos preocupante, se tiene constancia
de la venta de camaleones a turistas en Túnez.
Fernández
(1990) cita una disminución en las capturas, pero menciona que estas siguen
sucediendo con cierta frecuencia, incluso ante la presencia de policías
ignorantes de la legislación. Podríamos señalar que la falta de actuaciones
de policía y parte de la guardería, sobre todo de estos últimos, no son
debidas a ignorancia sino a evitar enfrentamientos o problemas con la población.
6.1.6. INTRODUCCIONES Y REINTRODUCCIONES NO COORDINADAS
Fruto del punto
anterior, las capturas indiscriminadas generan el problema de numerosos
camaleones que son entregados a la policía, organismos públicos de protección
de la naturaleza, asociaciones ecologistas y centros de recuperación de fauna,
de los que muchas veces se desconoce el origen de los ejemplares. Estos se
sueltan posteriormente en muy diversos puntos, sin existir una coordinación en
este sentido, la cual se ha solicitado y es de desear.
Particulares y
asociaciones cuentan en su haber con sueltas de números variables de camaleones
y trasvases de ejemplares de un sitio
a otro. Los datos recopilados hacen imposible ya destacar tendencias
direccionales en sueltas de ejemplares, siendo un caos los cruces e intercambios
de las rutas de sueltas. Hay casos curiosos como su introducción en campings
como reclamo turístico encubierto, en
el que incluso campistas los sacaban del mismo con la intención de que no
fuesen capturados o atropellados dentro del mismo.
SILVEMA , como
Asociación Ecologista representativa de la zona recibe muchos cantidad de
ejemplares encontrados en todo la geografía española. Sus datos son: 16
ejemplares en 1992, 22 en 1993, 27 en 1994, 48 en 1995 y 02 hasta Febrero de
1996. De la totalidad de los ejemplares recogidos (115), 95 no presentaban a
primera vista ningún problema, 3 tenian quemaduras en diferentes partes del
cuerpo, 4 presentaban extrema inanición y 13 se encontraban en hibernación.
El Centro de
Recuperación de Rapaces Nocturnas BRINZAL, comunicó a este equipo siete
ingresos de camaleones en sus instalaciones de Madrid. Dos ejemplares fueron
comprados en un mercado de Marruecos en agosto de 1995; otro capturado como
mascota en Cádiz y llevado a Madrid; un cuarto ejemplar se recogió herido en
una localidad del extrarradio de Madrid. Al menos tres de ellos mueren
posteriormente.
Por otro lado,
algunos de los turistas que llevan camaleones a su casa, optan por abandonarlos,
de ahí que se posean numerosas citas de camaleones recogidos en libertad a lo
largo y ancho de la provincia de Huelva y en puntos de las provincias de
Badajoz, Madrid, Castellón, Murcia, Sevilla, Toledo, Avila, (López
y López, 1992; presente equipo).
Sueltas de reforzamiento
han sido realizadas con criterios y planificación poco desarrollados. Es el
ejemplo de los 60 ejemplares reproductores capturados en Puerto de Santa María
(Cádiz) y soltados en Isla Cristina (Huelva) por M. Blasco (Blasco
et al, 1985).
Numerosas
introducciones se han realizado en los últimos treinta años con camaleones, en
sitios donde no existían. M. Blasco (véanse sus trabajos en bibliografía) es el autor
material de varias de ellas. El estado actual conocido de las distintas
poblaciones se detalló en el capítulo de distribución donde se puede ver que
varias de estas introducciones parece que no prosperaron. Alguna de ellas, que Blasco
(1978) califica de experimentación se
realizaron en zonas de sabina mora (Juniperus
phoenicea) en Almería. De hecho, se insiste en la suelta de ejemplares en hábitats
no idóneos para la especie (ejemplo: pinares densos de la Algaida, Sanlúcar y
de Barbate) donde las sueltas de camaleones no prosperaron (Anonimo, 1992; datos de este
trabajo)
Un caso
comprobado es la afición de algunas personas a tener camaleones en su jardín,
hay casos en los cuales estas situaciones crean autenticas reservas,
donde parecen reproducirse. Un uso más interesado es la suelta de camaleones en
las vides de las casas, para que estos se coman a las avispas que acuden a las
uvas; esta costumbre popular ya fue citada por Blasco
et al. (1985).
El posible
problema que supondría la presencia de ejemplares marroquíes, si estos fuesen
diferentes genéticamente (de hecho parece que tienen conductas de selección de
hábitat diferentes, aunque se adaptan a la alimentación en la Península, según
Blasco, 1985), sería ya un hecho, dado que ya se han soltado
ejemplares de esta procedencia (en número totalmente indeterminado). Un estudio
genético en este sentido está previsto en el Proyecto de Plan de Recuperación
para la especie.
6.1.7. INSECTICIDAS. PLAGUICIDAS
Blasco
et al. (1985) los consideran un factor limitante de la especie, sobre todo
en el cinturón costero (urbanizaciones). Se ha dicho que estos productos químicos
afectan a los camaleones de forma directa, a sus puestas (insecticidas
inyectados en el suelo) y a su fuente de alimentación, los insectos (Fernández, 1986). Cuadrado y
Rodríguez (1990) hablan de una utilización creciente de estos compuestos.
En este trabajo se ha constatado un uso indiscriminado de pesticidas, sobre todo
dentro de pueblos, urbanizaciones, jardines, tomateras e invernaderos, siendo
común en varias zonas concretas del área de distribución de la especie.
Hay que decir
que, sin embargo, en amplias zonas donde habita el camaleón (retamares,
bosques,..) no se hace uso alguno de estos productos.
Es una opinión
muy común entre los agricultores de casi todo el área de distribución de la
especie, que los insecticidas son la principal amenaza para los camaleones. Una
idea tan firmemente asentada debe tener un fundamento real: parte de estos
agricultores afirman que también son nocivos para las pequeñas aves, basándose
en su experiencia, ya que ocasionalmente ven, tras fumigaciones, aves muertas.
Este hecho ha sido ya reconocido y denunciado desde círculos conservacionistas.
En cuanto a resaltar en que casos el camaleón se ve más afectado, muchos
encuestados resaltan lo nocivo de los tratamientos de viñedos, donde la especie
tiene presencia esporádica.
Sin embargo aún
no hay datos claros sobre muertes debidas a los insecticidas, posibles efectos
negativos en su reproducción u otros impactos. Se ha hablado a menudo de que,
cuando menos, deben afectarle por la desaparición de parte de sus recursos
alimentarios; pero es necesaria una investigación en profundidad.
Se han
denunciado en ocasiones tratamientos químicos muy impactantes en el interior de
algunas zonas militares (eliminación de mosquitos, etc.), no habiendo podido
ampliar este punto. En el presente trabajo se localizaron algunos envases de
lindano en los bordes de la valla de la Base Naval de Rota (Cádiz), donde
existen poblaciones de camaleón.
6.1.8. TRANSFORMACIONES DEL HABITAT
Esta es una de
las amenazas principales para muchas especies de vertebrados. El camaleón es
una especie que no exige en la Península Ibérica hábitats con características
muy definidas, sino que se adapta a muchos tipos de medios humanizados (desde
retamares y pinares a setos, jardines o cultivos, por ejemplo), demostrando una
alta plasticidad ecológica pero sin embargo gran dificultad para adaptarse a
los cambios del medio (Blasco et al.,
1985). Parece que las transformaciones o alteraciones en su hábitat, si son rápidas
en el tiempo, pueden llegar a afectarle seriamente.
En el área que
ocupa se dan en efecto grandes transformaciones del medio, en concreto en la
franja litoral, donde a menudo se elimina gran parte de la vegetación original
que se sustituye por edificaciones. Esta afirmación ha sido comprobada en
nuestro trabajo durante 1995 como una de las amenazas más importantes que sufre
la especie.
A continuación
se exponen en profundidad, las transformaciones del hábitat que pueden ser más
nocivas para los camaleones; los incendios se tratan en otro apartado.
-
Urbanización: En ocasiones se ha hablado de la
humanización del hábitat como amenaza para la especie; esta aseveración
puede llevar a engaños, ya que el camaleón es una especie antropófila, que
habita en las cercanías de asentamientos humanos y no en bosques o áreas poco
degradadas, como suele ocurrir en especies de vertebrados amenazados. Por ello
es importante señalar que hay algunas poblaciones en urbanizaciones rodeadas de
campo que pueden sobrevivir, si la cobertura vegetal (árboles, trepadoras,
setos) y distancia entre casas sea la suficiente, permitiendo que haya campo
alrededor y puedan comunicarse entre distintas poblaciones.
Hecha esta
puntualización y aunque no existen aún estudios sobre los requerimientos mínimos
de hábitat para la especie, es evidente que en grandes urbanizaciones, en las
que se eliminan los descampados, sustituyéndolos por césped y aceras, no
sobreviven, siendo ocasionales los ejemplares que en ellas se capturan y que
corresponden a camaleones divagantes que se introducen en estas zonas.
Este grave
hecho es muy frecuente en el litoral, sobre todo, según se ha constatado en
este trabajo, entre 1991 y 1995, debido a los muchos cambios urbanísticos,
obras públicas nuevas, etc.
De este modo,
se han concretado y realizado ya en los últimos años grandes proyectos urbanísticos,
en buena parte de la zona costera (obras en la Playa de la Ballena, en la Laguna
(Chipiona), en la Barrosa (Chiclana), Sanlúcar, Torrox, Lepe, etc.
Así, las
actuaciones urbanísticas han sido unánimemente citadas como severa amenaza
para los camaleones (Blasco, 1978; Blasco y González,
1992; Societas Europaea Herpetologica,
1990; Rubio, 1994).
Cuadrado y Rodríguez (1990)
critican el crecimiento incontrolado de los núcleos de población e incesantes
actividades urbanísticas.
Los movimientos
y allanamientos de tierras en estas obras, pueden causar incluso pérdida de
puestas (Fernández, 1990).
En otro orden
de cosas, los vertederos, basureros y escombreras que se acumulan en las zonas
limítrofes no urbanizadas que ocupa la especie (retamares, eriales), también
afectan seriamente a la especie.
- Obras
públicas: Estas llevan siempre añadida la alteración del hábitat, hecho
muy recogido en bibliografía técnica.
Santo-Rosa (1985) ya denunciaba el impacto sobre el camaleón de la apertura
de carriles en Huelva. En los últimos cuatro años se ha procedido al asfaltado
de muchísimas pistas; pero la parte de carreteras se analiza en el apartado de
efecto barrera, en el de atropellos y en medidas de conservación propuestas.
Los estudios de impacto ambiental deberán contemplar con rigor la presencia de
esta especie y valorar los mejores trazados y evitar obras en zonas de puesta y
épocas reproductoras si no es posible evitar la alteración del hábitat.
No se tienen
datos claros de las actuaciones que conllevaría el Plan Intermodal diseñado
para la bahía de Cádiz (Junta de Andalucía, MOPTMA), pero se espera siga un
modelo de actuaciones más planificado y respetuoso que el que supuso la creación
de Puerto Sherry (Puerto de Santa María), cuyas obras se iniciaron en
1982, con enorme impacto y fuerte oposición ciudadana, y que al parecer
atraviesa una mala situación económica actual.
6.1.9. LABORES AGRICOLAS Y USOS DE LA VEGETACION
No se tratan
aquí los pesticidas, ya comentados anteriormente. Entre los usos agrícolas que
se han constatado como nocivos para los camaleones destacan:
- Labrado y cavado de la tierra:
Varios de los agricultores encuestados han asegurado haber desenterrado (cavado
manual con azada) puestas de camaleones o, en otros casos, multitud de
camaleones de muy pequeño tamaño (todos los datos se refieren a viñedos).
Probablemente las puestas desenterradas pasen más desapercibidas que pequeños
camaleones moviéndose, de ahí que el número de casos en que se citan pequeños
camaleones sea similar (a pesar de la menos probable coincidencia en el tiempo
del cavado con la eclosión).
Mucho mayor
debe ser el número de puestas perdidas total o parcialmente en los arados con
maquinaria. Estragos causados por esta actividad han sido comprobados por Tajuelo
(1993) entre aves nidificantes. Es cierto que estos terrenos agrícolas, aunque
estén en el interior del área de distribución de la especie, no son adecuadas
para ser ocupadas permanentemente por camaleones pero si pueden albergar puestas
(faltan estudios en este sentido), sobre todo en el borde de los campos, en la
base de la vegetación.
En el período
de estudio se han constatado arados en septiembre, en pequeñas parcelas del término
municipal de Rota y otras localidades de la provincia de Cádiz.
-Vareo
del olivo: El vareo realizado para la recogida de la aceituna afecta a los
camaleones, que ocupan olivares en amplías zonas de la provincia de Málaga,
invernando frecuentemente en estos árboles. Según varios agricultores
encuestados (términos de Periana, Viñuela y Arenas) los camaleones caen al
suelo al varear; algunos de ellos afirman que estos camaleones mueren (se recogió
un testimonio de unos cincuenta ejemplares muertos en esta actividad en 1994 en
Periana), o sólo parte de ellos mueren, según otros, si se les dan golpes en
el proceso de vareado. Una persona manifestó "que
tenemos cuidado", en previsión de la presencia de camaleones, pero "se
matan algunos".
Se considera
debe investigarse más en profundidad este aspecto.
-
Quemas controladas: Se comentan en el apartado de incendios. A pesar de que
se ha señalado (J. Mellado, I Jornadas
Biología y Conservación del Camaleón) que estas quemas serían un uso
tradicional y por tanto no afectarían de manera importante, varias actividades
tradicionales se han revelado como altamente nocivas para ciertas especies, y
creemos deben controlarse.
Los cambios de
cultivos tradicionales a cultivos intensivos se han citado como amenaza por
varios autores (Cuadrado y Rodríguez, 1990, por ejemplo) y los desbroces de
matorral por Santo-Rosa (1985) aunque
respecto a este último punto, el desbroce de muchos pinares puede ser necesario
para evitar incendios cuyas consecuencias serían más devastadoras.
Otros usos que
pueden ser nocivos son la recogida de cañas (Arundo
donax), que tiene tanto en Cádiz como en Málaga multitud de usos, desde la
construcción de techados o vallas a soporte de tomateras y otros cultivos. Se
han comprobado recogidas masivas en ciertas áreas donde son abundantes los
camaleones, que parecen utilizar los cañaverales en ocasiones como refugio,
especialmente en bordes de cultivos y en playas deforestadas de Málaga.
También se
recogen ciertas plantas herbáceas, de porte mediano, para limpiado de higos
chumbos y otros usos. En el corte de hinojos y alguno de los vegetales citados
se emplean hoces, pero el mayor impacto de esta actividad debe ser las
molestias y capturas ocasionales de camaleones.
Otras
actividades nocivas serían los cortes de vegetación de laterales y cunetas
(comprobados en este trabajo) de carreteras, corte de retamas para fuegos y
barbacoas, corte de trepadoras y setos, podas por jardineros, etc.
6.1.10. INCENDIOS
Los incendios
han sido citados por varios autores como amenaza (Santo-Rosa,
1985; Cuadrado y Rodríguez, 1990).
Causan no solo
una perdida directa del hábitat, sino también una elevada mortalidad de los
vertebrados que no pueden huir del fuego (por ejemplo, tortugas terrestres, lacértidos,
etc). Hay casos comprobados de muertes de camaleones por el fuego (J.
Mellado, I Jornadas Biología y Conservación del Camaleón; equipo
realizador del presente trabajo).
Alguno de estos incendios se producen intencionadamente en el desarrollo
de las actividades agrícolas, entre ellos muchos de los que se dan en retamares
y eriales. Otros incendios se producen en la vegetación arbustiva de las cercanías
de vertederos y basureros. Hay incluso casos de cunetas de carreteras invadidas
por la basura, y quemadas intencionadamente en agosto, época en que numerosos
camaleones deambulaban por las mismas solo unos días antes, según se comprobó.
Otros incendios
constatados tienen su origen también en las carreteras, asolando laderas
cercanas, producidos sobre todo por la dejadez en conductores que arrojan
cigarros encendidos a las cunetas y carreteras, este hecho es abundante en el
período estival.
Cabe decir, por
último, que las retamares rebrotan con rapidez tras los incendios.
6.1.11. EFECTO BARRERA
Tampoco es
claramente conocido el efecto negativo que genéticamente puede tener un
aislamiento de las poblaciones de camaleón entre si, aunque numerosísimos
estudios advierten del impacto del efecto barrera sobre vertebrados y la posible
degeneración posterior de sus poblaciones por endogamia.
En el capítulo
de distribución se ha señalado ya la disgregación en pequeños núcleos de su
área de distribución. Esto es debido en parte a la presión humana; el hombre
crea con su actividad zonas impermeables al paso de camaleones (o muy poco
permeables, caso de ciertas carreteras donde solo algunos ejemplares logran
atravesarlas).
Las barreras
naturales determinan ya en parte la distribución del camaleón (ríos y
marismas en Cádiz y Huelva; montañas en Málaga).
Las barreras
artificiales son: Areas deforestadas por el hombre, acequias y canalizaciones,
urbanizaciones densas de cierta extensión, monocultivos de gran extensión, que
no alternen con otros usos del suelo (cereales, girasol, viñedos, fresas,
invernaderos), salinas, vías de tren y carreteras, especialmente las de más tráfico.
Las carreteras
con varios carriles y tráfico denso (autovías y autopista de peaje en el área
considerada) prácticamente hacen imposible el cruce eficaz de camaleones. También
formarán una barrera infranqueable
las que poseyeran mediana separadora de carriles.
Parece
importante también, según se recoge más detalladamente en SCV
(1995 b) el efecto barrera producido por los railes de las líneas de
ferrocarril. Hay una observación directa de un camaleón en libertad intentando
y no consiguiendo cruzar un rail. En posterior experimentación en semilibertad
se ha comprobado que no pueden franquear estas estructuras, al no poder
encaramarse a ellas.
6.1.12. AHOGAMIENTOS EN CANALIZACIONES Y POZOS
Solo se ha
conseguido una observación de algunos ejemplares ahogados en una piscina de
Pto. Sta. María en Cádiz (G. Hurtado, com. pers.), si bien han sido varios los comentarios de
caídos a piscinas, pero al parecer se defienden muy bien nadando, saliendo si
existe una rampa. Además se revisaron algunos depósitos de agua, pozos secos y
desagües de carretera, sin resultado. Deben ser más los casos pero no se
pudieron realizar todas las prospecciones previstas, además varias se llevaron
a cabo en el mes de julio (agosto debe ser el de mayor incidencia, dado el
comportamiento errático por el suelo de la especie).
Distintos
trabajos (Ramos, 1992; Bol.
SCV, nº 1, 2 y 3) demuestran, en ocasiones, la elevada mortalidad de
vertebrados (entre ellos reptiles) que se dan en estas estructuras, cuando los
bordes de las mismas no permiten la salida de animales, este no es el caso de
los pozos (toyos) excavados en los
navazos de Cádiz, pero si debe ser el de canales de riego de zona de Trapiche
(Málaga) por ejemplo.
6.2. OTRAS POSIBLES CAUSAS
6.2.1. MOLESTIAS POR AFICIONADOS A LA NATURALEZA
No encontramos
datos sobre el efecto de molestias sobre la especie (alimentación, reproducción,
etc). Es probable que molestias durante la puesta puedan acarrear consecuencias
negativas.
Señalar la
creciente tendencia a una afición por la naturaleza mal entendida y vendida por
los medios de comunicación masivos; el camaleón se ha usado así como reclamo
por muchas rutas verdes, haciendo los
autores un escaso favor a la especie, puesto que dan la localización con
exactitud de las poblaciones.
Durante este
trabajo se localizó a varias personas de Barcelona merodeando por un retamar
muy interesadas en buscarlos, y se supo de un anuncio en la prensa estatal que
ofertaba viajes para ver camaleones. Probablemente
ciertos fotógrafos puedan provocar aquí puntualmente, con su actividad,
molestias a la especie.
6.2.2. PISADOS POR EL GANADO
Esta causa de
mortalidad es aún muy desconocida en nuestro país, habiendo sido más
investigada en otros lugares de Europa (SCV,
1994).
Las zonas que
habita el camaleón no soportan una ganadería excesivamente abundante; en
algunos casos se ha comprobado la presencia de ganado ovino y caprino. La
incidencia debe ser muy esporádica, siendo quizá más importantes las
molestias y pisoteos en el momento de la puesta. En algunos lugares con
presencia de camaleón se comprobó el paso frecuente de caballos, es el caso
del inicio de la carretera Puerto de Santa María-Rota, con paso de jinetes
siguiendo arcenes de la carretera en época de más cruce de camaleones.
En conclusión,
señalar que todas las amenazas o causas de mortalidad no natural apuntadas
pueden tener su importancia relativa y pueden variar localmente. Estas no se
podrán determinar hasta que no se realice un estudio en profundidad con
conclusiones globales y para cada localidad. Dicho de otro modo, no se debe
descartar ninguna como no importante. Un posible Plan de Recuperación del Camaleón debería
apoyarse en las conclusiones del citado estudio, y no en hipótesis.
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