8. MEDIDAS DE CONSERVACION PROPUESTAS


Como se ha dicho, estas medidas deben basarse en información totalmente fideligna y actualizada, que en estos momentos aún no existe, y que debería ser el producto de una investigación en profundidad sobre los problemas que afectan a la especie, los efectivos poblacionales (censo que se repita periódicamente y con un método unificado), determinación de la totalidad de áreas de puesta, etc. Remarcar que un estudio no es una medida de conservación, sino un apoyo para tomar esta.


En base a los datos disponibles (véanse capítulos anteriores) se proponen algunas líneas y acciones concretas de conservación. Cuando se cuente con información más completa, se podrán determinar otras medidas, y clarificar cuales entre todas ellas son las más necesarias. En base a la eficacia que vaya observándose para cada una, esta podría corregirse o desestimarse. Desde la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía se pretende actualmente que el camaleón pase de especie de interés especial (R.D. 4/89) a en peligro de extinción (al menos con rango de decreto); en el primer caso solo cabe un plan de manejo, mientras que la segunda fórmula permitiría poner en funcionamiento un plan de recuperación.


El borrador del Plan de Recuperación del Camaleón en Andalucía (PR) recoge, en parte de bibliografía y en parte fruto de un sondeo de opinión entre especialistas, muchas medidas de conservación. Exponemos a continuación la medidas propuestas desde la SCV, indicando con PR los casos en que la medida general se ha incluido en este plan:



8.1. PROTECCION DEL HABITAT


Citada por muchos autores (Cuadrado y Rodríguez, 1990; Fernández, 1990; S.E.H., 1990; PR), ésta es una medida imprescindible, sobre todo en algunas zonas en las cuales se está urbanizando actualmente y se producen multitud de obras públicas.


Las obras que se pretendan realizar en su área de distribución (bien carreteras, edificaciones u otras) deberían contar con estudios de impacto ambiental (EIA) específicos realizados por técnicos especialistas en el camaleón, y descartar todos los proyectos impactantes, o buscar alternativas con poco o nada impacto.


El PR prevee un control de los planes generales de ordenación urbana (PGOU) que deberán pasar por la Consejería de Medio Ambiente andaluza, la cual solicitaría un mínimo de cubierta vegetal y pasillos en las urbanizaciones futuras, siendo vinculantes sus informes preceptivos a dichas obras.


Una constante y adecuada vigilancia de las zonas, prestando especial atención en posibles transformaciones, controlando las capturas y evitando los impactos para la especie, es necesaria. Para ello se requeriría una ampliación del personal de guardería existente en la actualidad. Otra posibilidad es la contratación del personal eventual, más colaboración de voluntariado, similar a la fórmula empleada en algunas vigilancias de nidos de rapaces. Dicho personal debería contar con una formación completa sobre la especie y ser dotado de medios y competencias legales para que sus actuaciones no quedasen en el aire.


Una ordenación de usos recreativos debería llevarse a cabo en algunas áreas, especialmente en la época de puesta, impidiendo paso de vehículos a motor (coches y motocicletas) así como de bicicletas de montaña a las áreas de puesta, etc. Serían zonas delimitadas como reserva del camaleón (PR).


Son recomendables las repoblaciones con retamas (Lygos monosperma) en áreas deforestadas adecuadas. Una vez se conozcan más detalles sobre sus requerimientos de hábitat, se podrían realizar labores de manejo (PR) para adecuar algunos hábitats, haciéndolos idóneos para la especie (por ejemplo, tal vez incrementar la densidad de algunos retamares). Se podría fomentar la instalación de setos (Fernández, 1990) y conectar así poblaciones actualmente aisladas.


Parece difícil, el control eficaz de las actuaciones impactantes realizadas en el interior de zonas militares, que nos consta se llevan acabo actualmente. La intercesión de altos mandos militares con competencia suficiente es fundamental.



8.2. CONTROL DE LA MORTALIDAD NO NATURAL


Debe actuarse con decisión en limitar todas las causas de mortalidad no natural. Su eliminación total, planteada en PR, parece muy difícil.


Respecto a las capturas por la población, solo parece posible actuar en las dos formas clásicas: a) prevención, mediante información y campañas de sensibilización; y b) vigilancia de las infracciones y penalización de las mismas. Las campañas de sensibilización o educación ambiental actuales son a todos luces insuficientes, y se las ha criticado por colectivos ecologistas por su escaso alcance y no llegar a los sitios adecuados dentro del área de distribución de la especie. Otras campañas lanzadas por grupos ecologistas locales tienen interés, pero frecuentemente se interpreta que los camaleones encontrados deben llevarse a esos grupos. Precisamente debe hacerse hincapié en que no se recojan camaleones, y si están cruzando una carretera, siendo maltratados por niños, etc, deben dejarse en la misma zona, si acaso en un sitio cercano más seguro.


Dado que el medio que más alcance tiene entre la población es la televisión, deberían utilizarse las cadenas locales y autonómicas en este sentido. Mensajes escritos deberían reflejarse en prensa, carteles que se instalasen en sitios públicos (ayuntamientos, bares, etc) y folletos en coches de zonas adecuadas. Especial cuidado hay que poner en dichas campañas de concienciación en no delatar la localización de los puntos concretos de poblaciones importantes pues servirían de información a personas con poca conciencia conservacionista, así como de curiosos y turistas que veraneen en la zona. Desastres de este tipo han sido constatados por la SCV al darse información de localización de especies en las llamadas rutas verdes (Boletín SCV, 3-4).


Respecto a la penalización, es vital que se hagan efectivas las sanciones impuestas a los infractores, ya que actualmente estas sanciones no prosperan casi nunca; deberían aplicarse a todo poseedor de algún ejemplar. Es necesaria una coordinación adecuada con el SEPRONA (Guardia Civil).


Muy importante sería que la CMA llevara un registro de entregas y decomisos, así como del destino que tendrían dichos ejemplares.


El control de las capturas en zonas militares deberá seguir un plan especialmente diseñado para erradicar este impacto.


Además es preciso un control y regulación de pesticidas (PR); del uso del ganado en las zonas más sensibles; de las actividades agrícolas que puedan causar bajas, como la quema de setos y rastrojos, del vareo y arados; una erradicación total del uso de cepos; un control efectivo de la presencia de gatos y perros (PR; SCV, 1995); además de actuaciones puntuales en conducciones de agua y piscinas, y otras estructuras peligrosas. Todas estas medidas se complementarán con un asesoramiento directo e información periódica a la población implicada.


Medidas correctoras a los atropellos en carretera se trataban en López y López (1992). Parte de ellas son comunes a las aplicables para reducir el efecto barrera, que se tratan en un próximo punto.

Desde la celebración de las I Jornadas Para el Estudio y la Prevención  de la Mortalidad de Vertebrados en Carreteras (Octubre 1991, Madrid, organizadas por la CODA) se ha insistido en la necesidad de tomar medidas contra los atropellos de vertebrados, haciendo hincapié en algunas especies relevantes, entre las cuales se encuentra el camaleón.


La respuesta de la administración a estas propuestas ha sido casi nula. Hasta el momento nos consta la instalación, a iniciativa del ayuntamiento de Arenas (Málaga) de señales de tráfico específicas en la ctra. Arenas-Vélez; pero su peculiar diseño (ver fotografía pag. 50) no es el idóneo (ver modelo propuesto por la SCV en la pag. 45). Además estas señales no están recogidas en el código de circulación, por lo que pueden existir problemas. Serían recomendables grandes paneles informativos, y en carreteras más conflictivas que esta, ya que se deben instalar en zonas en las que la tasa de mortalidad sea lo suficientemente alta ya que al igual que lo anteriormente comentado pueden servir de señuelo a curiosos y verse atraídos por estas, lo que debería compensarse con una presencia mayor de guardería en estas zonas.


En el estudio de impacto ambiental de un primer tramo (Rincón de la Victoria-Algarrobo) de la autovía de prevista construcción Málaga-Nerja parte de la Autovía del Mediterráneo, se han incluido medidas específicas para el camaleón, basadas en López y López (1992) y comentarios personales de este equipo (F. Carrión, URBACONSULT, com. pers.; véase Anexo 1); pero solo entre los p.k. 11+100 y 17+100; a todas luces insuficiente.


Se considera urgente e inexcusable la toma de medidas, e inicio de actuaciones al menos en los principales puntos negros (ver capítulo correspondiente a atropellos). Progresivamente debería actuarse en otras carreteras donde incida esta causa de mortalidad.


El uso de barreras enfocadas a disminuir el número de atropellos ha sido recogido en el PR. En principio (López y López, 1992) se recomendaron barreras de PVC; su uso en la autovía antes mencionada mostrará su grado de eficacia. Más aparatoso, pero más definitivo (no tendría problemas de roturas, aunque si de posibles cubrimientos por arena, que deben preveerse) podría ser el uso de viejos railes de tren (véase capitulo efecto barrera). Estas barreras deberían compaginarse con la implantación de pasos (también recogidos en PR), aunque los casos en que una carretera sea un autentico sumidero y uno de sus lados no presente condiciones mínimas para el camaleón (por ejemplo, carreteras costeras en las que en un lateral solo hay arena y agua) no tendría que dudarse en instalar barreras (en este caso solo en el otro lado) sin pasos. De hecho se considera dudoso que pasos subterráneos pudieran ser efectivos en esta especie (M.Cuadrado, com. pers.; López, 1992; obs. pers. de este equipo). Si lo serían de tener una gran amplitud (con pasillo de vegetación de varios metros) y no estar a desnivel.





Parte de las soluciones a atropellos son comunes a todas las especies: reducción de la velocidad, concienciación del conductor, no realización de nuevas carreteras o en su caso, un adecuado Estudio de Impacto Ambiental (EIA) (López, 1992).





8.3. PASES DE CAMALEONES


Esta medida toma ejemplo de pases de anfibios realizados en distintos paises europeos.


Mediante plásticos y barreras en los laterales de las carreteras más conflictivas se interceptaría a los camaleones, a los que se trataría de conducir a trampas (no dañinas) de donde se les recogería y transladaría al otro lado (según los casos, tras una valoración adecuada).


Para que esta acción se realizase en distintos puntos negros se requerirían numerosos voluntarios y unos medios mínimos.


Desde la SCV se han iniciado contactos y solicitado permiso y apoyo oficial a la Consejería de Medio Ambiente andaluza para ensayar esta medida en verano de 1996; en cualquier caso se pretende llevar a cabo esta acción directa de conservación para reducir la mortalidad en carretera, el efecto barrera y dar mayor alcance público a este problema y sus soluciones.



8.4. COORDINACION DE SUELTAS DE EJEMPLARES


Aunque ya se ha hecho hincapié en que se aconseje a la ciudadanía no recoger camaleones de su hábitat, en los casos en que alguien acuda o telefonee a servicios de protección de naturaleza, policía, etc, se le deberá atender e informar adecuadamente. Ahora mismo se producen situaciones de ignorancia ante llamadas o peticiones de información, lo cual crea una postura negativa en el demandante, desvelando además la situación actual, de clara descoordinación y falta de líneas claramente establecidas de actuaciones.


Los ejemplares que se recojan, procedentes de decomisos, traídos por la población, etc, deberán liberarse principalmente en sus puntos de origen. Y en los que éste se desconozca, serían devueltos a la libertad en áreas donde su introducción es más o menos reciente (Barbate, El Portal, Almuñecar, etc), aislados de poblaciones más antiguas, siempre que se haya constatado con estudios previos que sus poblaciones se mantienen, que puedan soportar una mayor densidad, y que no estén expuestas a grandes amenazas. En esta línea se pronunció Cuadrado (1992), que además aconseja un seguimiento posterior de los ejemplares para comprobar si evolucionan positivamente.


Es necesario, por tanto, crear y consensuar pronto unas directrices en este sentido, para que los organismos que actualmente liberan camaleones (centros de recuperación, otros)  sepan como deben actuar.


La SCV se opone a su introducción en nuevas áreas no ocupadas por la especie, al menos por el momento, en tanto no se demuestre con estudios en detalle que dichas zonas acogerán adecuadamente poblaciones. En este caso también se deberían utilizar camaleones procedentes de cautividad, nunca camaleones capturados para este fin.


Cuadrado y Rodríguez (1990) aportan un listado de áreas que consideran adecuadas, pero los datos barajados son insuficientes dados los conocimientos existentes en ese momento. Se cree desde este equipo que hay zonas en las que no prosperarían adecuadamente introducciones.


En cualquier caso, parece hoy fuera de lugar la idea de Blasco (1978, 1985) sobre la posibilidad de introducirlo en multitud de zonas de Andalucía. Más prudente es Fernández (1990), quien descarta las repoblaciones como solución.



8.5. TRASLADOS PUNTUALES DE EJEMPLARES


Contemplados en el PR, deberían llevarse a cabo siempre que estuviesen previstas y fuesen inminentes obras públicas o actuaciones sobre el medio que requieran evacuar ejemplares. Estos traslados ocasionales ya se han llevado a cabo en ocasiones (Cuadrado y Rodríguez, 1990; J. Mellado, I Jornadas Biología y Conservación del Camaleón).


Lo ideal sería desplazarlos, dentro de la misma zona, fuera del área de actuaciones, pero esto puede provocar quizás incrementos en su densidad que pudieran ser perjudiciales y deben también estudiarse.


En el Estudio de Impacto Ambiental de la prevista autovía Rincón de la Victoria-Algarrobo se recomiendan y dan instrucciones para la evacuación de camaleones del área, previas al desbroce de la misma.



8.6. CONTROL DEL EFECTO BARRERA


Ya se ha comentado la necesidad de conectar áreas habitadas por la especie actualmente aisladas, mediante repoblaciones, creación de setos, etc.


Otra medida urgente sería la eliminación de las vías de tren en desuso que aún quedan en algunas zonas. En vías en uso tal vez podría actuarse dejando algunos huecos bajo los railes , en el balasto (ver más detalles en SCV, 1995 b).


Debe investigarse la eficacia de pasos subterráneos bajo carreteras y vías; estos en principio deberán ser muy amplios, ya que túneles de escaso diámetro, del tipo realizados para anfibios, probablemente no serían utilizados por esta especie. Pasos inferiores amplios, con un pasillo de vegetación, serían utilizados casi con seguridad. Un problema a su instalación se plantearía en muchas zonas llanas, donde deberían elevarse a las infraestructuras para que el paso quede aproximadamente a nivel del suelo.


Sería muy positivo actuar en algunas de las zonas donde el efecto barrera puede ser más nocivo (según datos actuales, a falta de un estudio completo). Entre ellas, la actual autovía semicostera que discurre circunvalando la ciudad de Málaga al este de la ciudad y que se va a prolongar en el futuro hasta Nerja. Los actuales pasos inferiores no sirven para el camaleón (ver más detalles en López y López, 1992); o en la carretera Vélez-Viñuela (Málaga), que discurre paralela a la nueva carretera Vélez-Alhama de Granada, quedando entre ambas una estrecha franja de terreno.



8.7. CRIA EN CAUTIVIDAD


Esta medida, que se contempla en muchos planes de recuperación de especies amenazadas, y en este PR en concreto, no parece necesaria en absoluto en este caso.


Pese a ello, el Instituto de Investigaciones Ecológicas esta llevando a cabo un proyecto de este tipo. Desconocemos, tanto la metodología utilizada como los resultados de dicha esperiencia.



8.8. PARTICIPACION DE COLECTIVOS E INVESTIGADORES EN LA CONSERVACION


Es muy importante que la totalidad de asociaciones, investigadores y voluntarios interesados en ayudar a la conservación de la especie pudiesen coordinarse en el futuro para tomar decisiones conjuntamente, lo más consensuadas posible.


Si finalmente se consolida el PR (actualmente existe un Convenio de cuatro años firmado para realizar un estudio que intenta establecer las bases para el manejo y conservación de la especie concedido por 20.500.000Ptas: ver anexo 2), este estará dirigido por un coordinador que se designará por el director de la Consejería de Medio Ambiente. Dicha persona estará obligada a elaborar memorias anuales que deben distribuirse y consensuarse.


Sería pues vital que dicho coordinador promoviese en torno al PR el punto citado al inicio, agrupando a todos los interesados en la especie.


 

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